DALLAS (Reuters) - El consumo de abundantes cantidades de pescado, nueces y semillas ricas en los nutrientes llamados ácidos grasos omega-3 puede ayudar a reducir la presión arterial de una persona, reveló un estudio.
Un amplio porcentaje de personas de entre 20 y 60 años registra un aumento de la presión arterial y a mediana edad muchos tienen hipertensión, según explicó el doctor Jeremiah Stamler, profesor emérito de Medicina Preventiva de la Northwestern University en Chicago, que trabajó en el estudio.
"Estamos buscando factores dietarios que puedan ayudar a prevenir ese incremento y los ácidos grasos omega-3 son una pequeña, pero importante parte de la acción," agregó Stamler.
La investigación siguió la dieta y su relación con la presión sanguínea en 4.680 hombres y mujeres, de 40 a 59 años, que vivían en Japón, China, Gran Bretaña y Estados Unidos.
Todos los participantes dieron detalles sobre su alimentación y consumo de alcohol, presentaron muestras de orina y se controlaron la presión dos veces en cada una de las cuatro visitas que requirió el estudio.
Los investigadores luego ajustaron 17 variables conocidas de influencia en la presión elevada, como la edad, el género, el peso, la ingesta de sal y el ejercicio.
Las personas que comían dietas ricas en omega-3 tenían apenas menor presión, en promedio, que aquellas que consumían alimentos con menos proporción de ese nutriente, informaron los investigadores en la revista Circulation, de la Asociación Americana del Corazón.
"En lo que respecta a la presión sanguínea, cada milímetro cuenta. El efecto de cada nutriente es aparentemente pequeño, pero independiente, por lo que juntos pueden sumar a un impacto sustancial en la presión arterial," dijo el doctor Hirotsugu Ueshima, de la Universidad Médica de Shiga en Otsu, Japón.
"Si se puede reducir la presión unos pocos milímetros comiendo menos sal, perdiendo algunos kilogramos, evitando beber (alcohol), comiendo más vegetales, cereales integrales y frutas y obtener más ácidos grasos omega-3, entonces se logrará una gran diferencia," señaló Ueshima en un comunicado.
El consumo de omega-3 también se ha relacionado con un mejor desarrollo cerebral y un menor riesgo general de cáncer y enfermedad cardíaca.
Un amplio porcentaje de personas de entre 20 y 60 años registra un aumento de la presión arterial y a mediana edad muchos tienen hipertensión, según explicó el doctor Jeremiah Stamler, profesor emérito de Medicina Preventiva de la Northwestern University en Chicago, que trabajó en el estudio.
"Estamos buscando factores dietarios que puedan ayudar a prevenir ese incremento y los ácidos grasos omega-3 son una pequeña, pero importante parte de la acción," agregó Stamler.
La investigación siguió la dieta y su relación con la presión sanguínea en 4.680 hombres y mujeres, de 40 a 59 años, que vivían en Japón, China, Gran Bretaña y Estados Unidos.
Todos los participantes dieron detalles sobre su alimentación y consumo de alcohol, presentaron muestras de orina y se controlaron la presión dos veces en cada una de las cuatro visitas que requirió el estudio.
Los investigadores luego ajustaron 17 variables conocidas de influencia en la presión elevada, como la edad, el género, el peso, la ingesta de sal y el ejercicio.
Las personas que comían dietas ricas en omega-3 tenían apenas menor presión, en promedio, que aquellas que consumían alimentos con menos proporción de ese nutriente, informaron los investigadores en la revista Circulation, de la Asociación Americana del Corazón.
"En lo que respecta a la presión sanguínea, cada milímetro cuenta. El efecto de cada nutriente es aparentemente pequeño, pero independiente, por lo que juntos pueden sumar a un impacto sustancial en la presión arterial," dijo el doctor Hirotsugu Ueshima, de la Universidad Médica de Shiga en Otsu, Japón.
"Si se puede reducir la presión unos pocos milímetros comiendo menos sal, perdiendo algunos kilogramos, evitando beber (alcohol), comiendo más vegetales, cereales integrales y frutas y obtener más ácidos grasos omega-3, entonces se logrará una gran diferencia," señaló Ueshima en un comunicado.
El consumo de omega-3 también se ha relacionado con un mejor desarrollo cerebral y un menor riesgo general de cáncer y enfermedad cardíaca.
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