martes, septiembre 26, 2006

El kiwi
1. Origen y cultivo
El kiwi es una fruta originaria de China con muchos adeptos por sus excelentes propiedades

El kiwi, llamado en principio "yang-tao" o "uva espina china" es originario de China, aunque se relaciona con , país al cual llegó hace casi un siglo para convertirse en todo un símbolo nacional llegando incluso a adoptar el nombre de un ave no voladora autóctona de la isla.
Desde Nueva Zelanda, posteriormente se extendió su cultivo a otras latitudes, llegando a países como España, Italia y Francia, principales países productores en Europa.
Los kiwis crecen en forma de racimos, en unas plantas trepadoras, propias de climas templados, que recuerdan a las vides. Se trata de un fruto de forma ovalada con piel marrón cubierta de una fina pelusa que encierra en su interior una pulpa verde brillante y diminutas semillas negras comestibles dispuestas radialmente alrededor del corazón amarillento de la fruta.
Estos frutos pesan, aproximadamente entre 50 y 90 gramos. Su aroma es suave y su sabor dulce y ligeramente ácido, lo que hace de él una fruta singular.
2. Propiedades nutricionales
El kiwi es fruta con un alto contenido en agua y fibra, pero fundamentalmente destaca por su elevado contenido en vitamina C y E.
- Energía y macronutrientes. El kiwi es poco calórico, unas 54 kcal por cada 100 gramos de fruta. Aporta una cantidad moderada de hidratos de carbono en forma de azúcares (12%), un 1% de proteínas y 0,5% de grasa.
- Fibra. Proporciona cantidades importantes de fibra soluble, que ayuda a normalizar los niveles de colesterol y facilita el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.
- Vitaminas. El kiwi es una excelente fuente de vitamina C. Un solo kiwi cubre de sobra las necesidades diarias de esta vitamina tanto para un adulto como para un niño. También es rico en vitamina E y ácido fólico, llegando a cubrir un 9% y un 20% de las necesidades diarias de estas vitaminas, respectivamente.
De esta manera, el kiwi refuerza el sistema inmunitario, que defiende al organismo, previene de posibles infecciones (resfriados y gripes, entre otros), y favorece la absorción del hierro (por su riqueza en vitamina C).
También protege a las células del proceso de envejecimiento (por su contenido en vitaminas C y E) y ayuda a prevenir malformaciones fetales (por su destacado contenido en ácido fólico) por lo cual resulta muy recomendable en mujeres embarazadas.
- Minerales. Entre su contenido mineral, destaca el potasio, el magnesio y el cobre. Una sola pieza cubre el 10% de las necesidades diarias de magnesio.

3. Compuestos no nutricionales
El kiwi es rico en luteína, al igual que el huevo y otras frutas y verduras (espinacas, brócoli, acelgas). La luteína es un pigmento de origen natural (carotenoide) que actúa como un filtro de las radiaciones solares.
Defiende a la vista frente a algunos de los efectos dañinos del sol, y actúa como un antioxidante, que protege la vista del daño producido por el efecto de los radicales libres implicados en el envejecimiento y desarrollo de enfermedades degenerativas.
Numerosos estudios científicos relacionan la luteína con la prevención del cáncer, enfermedades cardíacas y degeneración macular relacionada con la edad y cataratas, ambas causas importantes de ceguera.
4. Curiosidades
El kiwi contiene una enzima, llamada actinidina, que facilita la digestión, al igual que la papaína contenida en la papaya o la bromelina en la piña.
La actinidina, además, se considera responsable del sabor amargo que aparece cuando se mezclan los productos lácteos con kiwi.
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viernes, septiembre 22, 2006

Una respiración profunda, repetida varias veces en el día, relaja y dilata los vasos sanguíneos temporalmente.

Respire profundamente en forma lenta, luego exhale en forma igualmente lenta. ¿Puede dar menos de 10 respiros por minuto? Una investigación indica que respirar así de pausado por algunos minutos al día es suficiente para ayudar a algunas personas a bajar una presión arterial nociva.
Un investigador de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE.UU. cree que en el modo como respiramos puede estar la clave de cómo el organismo regula la presión arterial; y no tiene que ver tanto con la relajación como con descomponer toda la sal que la mayoría de la población consume.
Por largo tiempo se ha creído que la meditación, el yoga y técnicas similares de relajación que incorporan la respiración profunda y lenta son beneficiosos para la presión, aunque los estudios para demostrar algún efecto han sido irregulares.
Ahora, el doctor David Anderson está tratando de demostrar el rol de la respiración, entrenando a un grupo de voluntarios con hipertensión para que respiren lentamente. A su juicio, la respiración profunda y pausada relaja y dilata los vasos sanguíneos temporalmente.
Si el científico está en lo correcto, el trabajo podría dar nuevas luces sobre la relación entre hipertensión, estrés y dieta.
"Si una persona está sentada todo el día respirando mal y tiene una alta ingesta de sal, sus riñones tal vez sean menos eficaces en deshacerse de esa sal que sí sale a caminar", explica.
Cuando la gente está bajo estrés crónico, tiende a dar respiros superficiales e inconscientemente los retiene, lo que Anderson llama respiración inhibitoria. El retenerlos desvía más sangre al cerebro para aumentar la agudeza mental pero altera el equilibrio químico de la sangre. Una sangre más ácida a su vez hace que los riñones no hagan una labor eficiente en el vaciado de sodio por bombeo.
"Tal vez ellos estén cambiando los gases de la sangre y la forma en que los riñones están regulando la sal", precisa.
Si Anderson está en lo correcto, este trabajo ofrecería otra explicación de por qué la hipertensión es lo que él llama "una enfermedad de la civilización y el estilo de vida sedentario".
De hecho, tener sobrepeso, ser sedentario y consumir mucha sal aumentan el riesgo de hipertensión. Por eso, bajar de peso, hacer alguna actividad física y reducir el sodio son los cambios de estilo de vida más eficaces que se pueden hacer para bajar la presión. Aun así, una mayoría de hipertensos necesita medicamentos también.

RIESGO

La hipertensión eleva el riesgo de sufrir ataques cardíacos, derrames cerebrales, deficiencia renal, ceguera y demencia.
Fuente "El Mercurio S.A.P.", edicion dia 22-09-2006

miércoles, septiembre 13, 2006

LA PIÑA, FRUTA MEDICINAL

La piña es una fruta de procedencia tropical que por su exquisito sabor y peculiar textura es, además de un magnífico postre, el perfecto acompañamiento para carnes, aves y ensaladas. Es rica en vitaminas y minerales y tiene numerosas cualidades beneficiosas para el organismo.

El ananá, más comúnmente conocido como piña, es una fruta que llego a Europa desde el Nuevo Mundo en la época de la colonización y conquistó el paladar de todos aquellos que aún no conocían su peculiar sabor y su delicado aroma. Los españoles cambiaron su nombre y lo llamaron piña, por la similitud que encontraban entre esta desconocida fruta y la del pino. Pese a su origen sudamericano, en la actualidad, se cultiva en cualquier zona que tenga un ambiente cálido. Le gustan los terrenos sueltos y secos aunque su siembra se realiza en épocas lluviosas. Ahora es muy común que se plante en invernaderos y se acomoden temperatura y humedad a los gustos de esta caprichosa planta.
Multitud de usos:
En la actualidad, la piña es considerada y apreciada ya que en la cocina, no es sólo un magnífico postre preparado de cualquier forma, sino que también sirve para dar, a determinados platos salados, un toque de exotismo que realzará su sabor. Suaviza las carnes, es ideal para hacer un relleno para pollo o pavo y un ingrediente perfecto para añadir a las ensaladas más apetitosas.
En zumo o mezclada con yoghurt se puede tomar a cualquier hora del día, como postre o como aperitivo. Además de ser dulce es saludable es rica en vitamina C, y en cuanto a minerales, contiene fundamentalmente potasio.
Fruta medicinal:
La piña contiene una enzima llamada bromelina que actúa como sustitutivo de los jugos gástricos. Mejora las digestiones y destruye la cubierta de quitina que protege a los parásitos intestinales contra la acción digestiva y destructiva de los jugos gástricos. Al quedar así desprotegidos, los parásitos son destruidos por la digestión intestinal y expulsados del organismo.
La propiedad de la piña más conocida es la diurética. Contribuye a la eliminación de toxinas por medio de la orina y ayuda así a quienes tienen problemas de riñón, vejiga y próstata. Debido a la gran cantidad de fibra que contiene previene el estreñimiento y normaliza la flora intestinal. El consumo regularizado de piña contribuye a restaurar la flexibilidad de las articulaciones y atenúa los dolores reumáticos. Además se recomienda su ingestión porque es beneficiosa para aquellos que sufren de hipertensión arterial. Tiene una propiedad desinflamante por lo que es aconsejable consumirla en caso de padecer hemorroides.
Aliada contra las infecciones:
Pero esta fruta cuenta con otros valores medicinales: reduce el apetito, es un excelente protector para el corazón y ayuda a combatir fiebres, afecciones de garganta, y dolores e inflamaciones de la boca. La piña ligeramente hervida y molida da muy buen resultado si se utiliza para limpiar heridas infectadas pues disuelve los tejidos muertos. Además no tiene ninguna acción en los tejidos vivos y actúa como desinfectante facilitando la cicatrización.
¿Natural o enlatada?:
Las propiedades de la piña no se mantienen cuando se encuentra enlatada o cocida; la mayoría se pierden. Es mejor tomarla fresca, pero si no se puede porque no se encuentra en el mercado, será mejor consumirla en su jugo que en almíbar.
Secretos de la Piña:
Contiene agua (82%), fibra (1,4%), hidratos de carbono (15%), proteínas (0,4%) y grasa (0,2%). Esta fruta tropical es muy rica en vitaminas (A, B1, B2, B6 y C), minerales (calcio, yodo, magnesio, flúor, fósforo, hierro y, en especial, potasio) y azúcares. También está bien servida de aminoácidos y ocho de los al menos 18 que posee, resultan esenciales para el organismo. Además, su amarilla pulpa atesora bromelina en grandes cantidades. Se trata de una enzima proteolítica de efectos fibrinolíticos, lipolíticos, diuréticos y antiinflamatorios.
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miércoles, septiembre 06, 2006


Dieta variada en frutas y hortalizas frescas

Una dieta variada, que incluya frutas y hortalizas frescas cada día, ayuda a prevenir enfermedades crónicas en la edad adulta.

Recientemente el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO), ha puesto en marcha una campaña para promover el consumo de frutas y verduras. Un reciente informe de la FAO y la OMS recomienda consumir unos 400 gramos de frutas y hortalizas cada día como ayuda inestimable para prevenir enfermedades crónicas, incluyendo las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes tipo 2 y la obesidad.

Según datos de la OMS, el déficit en la alimentación de frutas y verduras provoca cada año 2,7 millones de muertes y se encuentra entre los 10 factores de riesgo que contribuyen a la mortalidad. En España, la última encuesta nacional sobre hábitos alimentarios en la infancia y adolescencia (Estudio Enkid, 1998-2000), pone de manifiesto consumos insuficientes de estos alimentos básicos.

Frutas y hortalizas frescas, cada día.
Una dieta variada y equilibrada puede prevenir enfermedades importantes en la edad adulta, por lo tanto, es importante inculcar desde la infancia unos buenos hábitos de alimentación.

Los padres y madres desempeñan un papel fundamental en esta tarea transformando las comidas en un momento placentero e incluyendo variedad de alimentos de diferentes grupos. El hecho de seguir un plan dietético bien equilibrado permite que los niños alcancen su crecimiento y potenciales de desarrollo máximos.

Sin embargo, tomando como referencia la última encuesta nacional sobre hábitos alimentarios en la infancia y adolescencia (Estudio Enkid, 1998-2000, realizado en más de 3.500 individuos de entre 2 y 24 años de edad), pone de manifiesto consumos insuficientes de alimentos básicos, tales como frutas y hortalizas frescas. Estos alimentos constituyen una fuente primordial de variedad de vitaminas, sales minerales, fibra y elementos antioxidantes.

La deficiencia mantenida de muchos de los nutrientes mencionados tiene relación directa con la aparición y desarrollo de algunas de las enfermedades crónicas de mayor incidencia en la edad adulta en la actualidad: aterosclerosis, diverticulitis, colon irritable, osteoporosis, anemias, cáncer, etc.

Sin ir más lejos, las vitaminas son sustancias que el organismo no puede sintetizar y, aunque necesarias en muy pequeña cantidad, su ingesta inadecuada puede producir progresivamente alteraciones funcionales, orgánicas y clínicas. Hasta hace unos años a las vitaminas se les atribuía un papel exclusivamente nutriticional, como elementos reguladores de los procesos metabólicos, entre otras funciones. Hoy en día se destaca su influencia en el desarrollo patogénico de la mayor parte de las enfermedades crónicas.

Manías a la hora de comer.
Los preescolares y niños en edad escolar, tienden a ser bastante maniáticos con las comidas. Es frecuente que tengan gustos y rechazos muy marcados sobre alimentos muy nutritivos.

Las preferencias por la comida deben ser respetadas y se han de tener en cuenta a la hora de planificar los menús, pero sin dejar que sea el niño quien dicte las comidas y los platos a preparar. Una buena solución es ofrecerle una gama amplia de alimentos para que él o ella elija entre lo que hay en al casa, pero sin ceder a todos sus caprichos.

Cuando los niños pueden elegir entre una amplia gama de posibilidades es fácil que aumente el número de alimentos aceptados. Por el contrario, si los hábitos de alimentación familiares se alejan de las recomendaciones en cuanto a frecuencia de consumo de diversos alimentos, o incluyen poca variedad de alimentos (tan solo 2 ó 3 tipos de verduras y/o de frutas), resulta incoherente para el niño entender que debe comer de todo.

Sencillos consejos.

La mayoría de los niños y adolescentes no comen las cinco raciones de frutas y vegetales recomendados dentro de los criterios de dieta equilibrada. Los siguientes consejos le pueden ayudar a aumentar el consumo de estos alimentos a un mínimo de cinco por día:

* La presentación de los platos de forma atractiva, con colores vivos le llamará la atención y le resultará más apetitoso.
* Procure que comience el día con frutas. Un vaso de zumo de fruta, rebanadas de plátano, ciruelas o fresas, etc., en los cereales de desayuno darán un enérgico y delicioso comienzo al día, y le ofrecerán además una cantidad alta de fibra, más vitaminas y minerales y nada de grasa.
* Las frutas y los vegetales se pueden llevar fácilmente a todos los lugares y pueden darle una rápida carga de sabor y energía en cualquier momento. Meta en la mochila, en la guantera del coche una manzana, una naranja, un plátano o una bolsa de pasas o albaricoques secos.
* ¿Su hijo o hija siempre anda con prisa? Ponga las frutas y los vegetales fácilmente a su alcance. Métalos en un tazón de frutas sobre el mostrador en la cocina. Asegúrese de que las frutas y los vegetales estén claramente visibles cuando el niño abra el refrigerador. Si los ve, es más probable que se los coma.
* Utilice verduras congeladas o en conserva (también frutas enlatadas) cuando sea imposible conseguir productos frescos, para que no pasen días sin comer verduras variadas.
* Añada frutas finamente cortadas o en puré a los platos de carne. Por ejemplo: lomo de cerdo con puré de manzana, pechuga de pavo con piña, pavo o pollo a la naranja... Emplee pequeñas cantidades de hortalizas (picadas finamente o ralladas) para mezclar con la carne picada o con los guisos de carne o pescado.
* Utilice puré de verduras para espesar sopas y añadir sabor.
* Prepare postres dulces con hortalizas (tarta de zanahoria, bocaditos dulces de calabaza...), o con frutas (bizcocho relleno de frutas, pastel de manzana, yogur o helado con culis de kiwi, fresas....).
* Cortar los alimentos en formas curiosas también los hace más apetecibles. Se pueden hacer sandwiches vegetales con lechuga, tomate, zanahoria rallada...., con queso, jamón, atún, etc., colocados en canapés cortados en forma de triángulo o círculo. Puede llamar más la atención que el típico sandwich cuadrado.
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